El pasado domingo 20 disputamos el último partido de un 2015 que ha sido increíble para nosotros. El partido, por desgracia, no salió como nos hubiera gustado y Camioneros de Coslada demostró sobre el verde la superioridad que se les presuponía antes de comenzar la jornada para infligirnos una dura derrota con marcador de 43-0. A pesar de lo abultado del resultado toca, como siempre, intentar sacar lo positivo y contaros como se sucedieron los acontecimientos.
Con un ataque realmente atascado en los primeros compases del partido, fue la defensa la que salió a dar la cara con todo. Forzamos algún tres y fuera, paramos su carrera, sacamos un sack y les teníamos desconcertados. Camioneros tenía que hacer ajustes y su ataque se ponía a tono mientras que el nuestro seguía con las cadenas clavadas al suelo. Al final, pasó lo que pasa cuando juegas con mala posición de campo y no avanzas. Un buen punt de Charly #54, profundo y alto, era retornado por los hombres de azul que se aprovechaban de nuestros placajes fallidos y de sus excelentes bloqueos para atravesar la línea de anotación y colocar el 6-0 en el luminoso justo antes del final del primer cuarto.
El partido siguió por el camino que venía trayendo. La defensa de los locales marcaba el ritmo del partido y nosotros apenas sacábamos un primer down con todo nuestro esfuerzo o algún scramble de Bonati #18, que se jugaba el físico cada vez que marchaba a la guerra en campo abierto. Nuestra defensa luchaba por cada yarda, atacaban como perros de presa pero seguían pagando el precio de fallar placajes. Camioneros anotaría dos veces más antes del descanso y nos dejaban con una última oportunidad de anotar antes del descanso. En un drive a la desesperada buscando estrenar el marcador, Bonati aprovechaba una jugada rota para conectar un pase largo con Bernabéu #1 que servía para pisar por primera vez el campo de Camioneros, pero que de poco sirvió cuando poco después se consumió el reloj de la primera parte.
La segunda parte fue una constante catástrofe. Un continuo remar contra la marea para morir en la orilla. El ataque rozaba los primeros downs para luego perderlos de las maneras más extrañas posibles. Una sucesión inexplicable de lesiones nos dejaba cada vez con menos efectivos y no nos quedó otra que cambiar el chip. Intentábamos disfrutar de cada jugada en ataque, defensa o special teams. Intentábamos, sí, porque por desgracia nuestras ganas y entrega no se materializaban en forma de grandes jugadas.
Lo mejor del partido, a pesar de los fallos y el marcador, llegó al poco de comenzar el tercer cuarto. Nuestro primer drive defensivo de este periodo se colocaba por méritos propios en los libros de historia cuando Keka #39 debutaba como defensive end. Nuestra guerrera por fin pudo conocer la sensación de disputar un partido oficial y compartir con nosotros mucho más que los entrenamientos. Grande Keka, ¡lo mejor está aún por llegar!
El peor momento del partido, en cambio, llegó cuando nuestro chiquitín, Junior #2 se hizo un poco de pupa salvando un touchdown de Camioneros sobre la misma línea de anotación. El pobre no sabía cómo llamar la atención y se fue al hospital en una ambulancia todo inmovilizado y con cara de pena para, al final, no tener nada grave. Buen intento Junior, casi nos creemos que un tío tan duro como tú se había hecho algo grave.
Con el susto en el cuerpo, eso sí, nos fuimos al último cuarto. Intentamos de todas las maneras maquillar el resultado, pero no fue posible. Nuestras cadenas seguían ancladas en nuestra mitad del campo. El ataque local, con rotaciones, con Camioneras sobre el campo (muchísimas felicidades también a sus chicas por ayudar a derribar mitos y disfrutar con nosotros sobre el verde) y con uno menos su hubieran querido, seguía haciéndonos daño. Los touchdowns llegaban de carrera o de pase, sin que pudiéramos hacer mucho más que obligarles a sudar la gota gorda para conseguirlos.
Al final, como decíamos antes, nos tocó despedir el año levantando el trofeo de subcampeones de la II Destina Bowl. Estamos penúltimos de liga con dos derrotas en dos partidos y nuestros objetivos de principios de temporada se complican cada vez más. Al año nuevo toca pedirle mucha salud para poder entrenar juntos, no dejar de mejorar y levantar cabeza a base de victorias. Ojalá que 2016 os traiga muchos éxitos, que nosotros vamos a seguir peleando por los nuestros.