Se acabó el verano, los primeros entrenamientos, las risas flojas y las tonterías. El pasado domingo tocaba volver a la acción y enfrentarnos a un rival de altura y de calidad sobradamente conocida. Black Demons de Las Rozas volvía a invitarnos a formar parte del Memorial por Esteban Gómez y Gran Elfo, reconvertido ahora en “el día del club”, con partidos de todas las categorías del club roceño en una jornada de football que hizo las delicias de los muchos aficionados que se acercaron a llenar las gradas del campo de rugby del Cantizal.
Tras un partido de categoría junior entre los Demons y Camioneros de Coslada, era nuestro turno para saltar al campo y tratar de mejorar el 73-0 que nos cascaron los demonios hacía un año. Tras el siempre sobrecogedor minuto de silencio en memoria de los homenajeados comenzaba el football y recibíamos el primer kick-off del partido. Un drive mediocre, muy propio de primer partido de la pretemporada nos obligaba a puntear desde lejos con medio equipo aún frío y permitía a Demons retornar una buena cantidad de yardas para tomar una gran posición de campo. Un buen par de carreras bastaron para, en un abrir y cerrar de ojos, asestar el primer golpe sobre la mesa y colocarse 7-0 arriba en el marcador con el primer touchdown del partido.
Nuestro ataque seguía tratando de carburar aún y nuestros special teams seguían regalando yardas por castigo en los retornos de punt. Casi sin darnos cuenta, el 14-0 ya adornaba un marcador siempre favorable a los locales. Las sensaciones, aunque el marcador era desfavorable eran bastante distintas de las del año anterior. Se aguantaba mejor en el campo y la reacción no tardó en llegar. Nuestro receptor, conerback, línea de defensa, aguador, y, en este partido, linebacker, Carlos Bernabéu #1, interceptaba un pase bastante pobre al slant del quarterback roceño y daba una gran posición de campo al ataque. Un drive sólido de la ofensiva naranja concluía con un gran pase largo de Bonati #18 a nuestro querido concejal Alex #39 que atrapaba el balón en la end zone para estrenarse en esto de anotar puntos. El extra point de un debutante Antonio Sarriá #24 (debutante aquí, que el colega viene de jugar allende los mares nada menos que en high school en Estados Unidos) fue bueno y nuestra alegría era inmensa en ese momento. Ni tan mal nos iba, 14-7 y primera señal de que habíamos venido a darlo todo.
Otra anotación de los Demons evidenció que aunque nuestros esfuerzos eran enormes, aún nos separa una distancia abismal en muchos aspectos. Uno de estos quizás sea la concentración en momentos clave o el conocimiento sobre el football en sí. Tanto fue así que un error nos sacó del partido y nos hundió de una manera tan dura que saludamos a unos australianos muy majos que nos vieron asomar las cabezas por las antípodas. Con 21-7 en el marcador y apenas un par de minutos para el descanso, la defensa realizó un gran drive, forzando a los demonios a despejar desde lejos. Una vez efectuada la patada, nuestro retornador cometió el error de querer coger el balón y retornar a toda costa en lugar de coger un touchback y sacar desde la yarda 20. El resultado fue un balón al suelo que recogieron los Demons en nuestra yarda 2 para llevarlo a touchdown y colocar el último clavo en el ataúd con el 28-7 antes del descanso.
La segunda parte tuvo poca historia, aunque los Demons anotaran durante ella la friolera de 43 puntos. Este es el medio dèja vu del que hablamos y que recordó demasiado al Memorial de 2014. Un vendaval de puntos donde solo se veían jugadores de negro celebrando anotaciones y jugadores de naranja con la mirada perdida, pidiendo al cielo explicaciones. Tanto es así que hasta en la radio han tenido que reñirnos por el papel realizado en el partido.
De todas formas, por quedarnos con cosas positivas, podemos decir que hasta el maldito punt que nos hundió estábamos dando la cara. El equipo ha crecido y mejorado desde el año pasado y el primer cuarto casi parecía una lucha de tú a tú entre dos equipos de niveles parejos. También es bueno que nuestros rookies pudieran pisar campo, recibir sus primeros pases, experimentar por primera vez ese dolor tan bonito que sientes cuando un linebacker te pasa por encima o incluso la sensación de participar por primera vez en un drive que acaba en anotación, que siempre es muy bonito.
Falta, como siempre, mucho trabajo por hacer, pero sabéis que aquí nos gusta mirar adelante y pensar en positivo. Vamos a seguir entrenando y preparándonos para conseguir nuestros objetivos y seguiremos acudiendo a la llamada de cualquier equipo mejor que nosotros que nos llame para jugar y ganarnos de paliza (o no) porque entendemos que la única forma de mejorar es equivocarse y aprender de ellos. Ya lo sabéis, levántate y lucha lo llamamos por aquí. Seguimos de pie, seguimos luchando, esto no ha hecho más que empezar.
Pingback: Madbulls – Jabatos. La previa | JABATOS CLUB DE FOOTBALL AMERICANO