Victoria y kilos y kilos de cachopo en Oviedo

Amanecía nublado en Oviedo, en un día que se presentaba con muchas dudas, no tanto meteorológicas sino sobre en qué estado de forma y ánimos se encontraría el equipo ante el segundo encuentro de la temporada. Tras la dura derrota contra Black Demons tocaba mejorar y se tenía que notar después de un mes de entrenamientos durísimos con este partido en la cabeza. Frente a nosotros, se presentaba unos Oviedo Madbulls con mucho recorrido en otros formatos (flag, football a 7…), en la que sería su puesta de largo en la modalidad de football a 11.

Nuestra expedición, con una avanzadilla desde el día anterior en la capital asturiana, llegó con el tiempo justo para calzarse las botas y salir a calentar rápidamente. El enfrentamiento comenzó con la alta intensidad propia de cuando se tiene enfrente a un rival que se muere por defender su feudo. Tras recibir el kick off inicial, nuestro ataque titular se mostró implacable. Inspirados por el espíritu de los peajes que nos habían llevado hasta la capital astur, nuestra línea de ataque más que huecos parecía abrir autopistas. Un drive que recorrió el campo entero a base de carreras concluyó con, quién si no, nuestro crack absoluto Martín #23, atravesando la línea de goal ovetense y anotando su primer touchdown de la pretemporada. El extra point de Sarría #24 fue bueno y el 7-0 subía al marcador.  Nuestra defensa titular tampoco se quiso quedar atrás y sacó al campo una fuerza y una concentración que consiguió detener el avance de los Madbulls, acorralando y asfixiando su juego de carrera, para que tuvieran que patear el ovalado para alejar la acción. La primera parte continuó con un desarrollo parecido. Nuestro ataque carburaba de maravilla y la defensa no concedió ni un solo primer down en toda la primera mitad del encuentro. Mención especial para Sarría, que lograba su primera recepción para touch down o para Javi #89, que descubría en su segundo partido lo que era doblar. Touchdown de pase jugando como repector y un recital de juego duro culminado con una intercepción saliendo como free safety de emergencia, tremendo.

Nuestro multiusos de cabecera, Bernabéu #1, recibiendo un pase y rompiendo un placaje cerca de la end zone ovetense

Nuestro multiusos de cabecera, Bernabéu #1, recibiendo un pase y rompiendo un placaje cerca de la end zone ovetense

Sin embargo, después del descanso, las cosas tomaron otra dirección: los Madbulls querían demostrar que nadie puede ir a su casa a hacerles el lío delante de su gente y saltaron al campo mostrando toda su garra y  entrega. Nuestras rotaciones entraban en juego y ya no parecíamos tan dominantes como en la primera mitad. Sus cadenas empezaban a moverse y su defensa forzaba algún punt a los nuestro e incluso se hacían con alguna intercepción. De una de ellas, precisamente, llegó su primer touchdown. Jugada de pase largo a la esquina que concluía con su jugador Cid #88 anotando. El extra point era bloqueado por la defensa y los ovetenses se quedaban con 6 puntos en el marcador.

A pesar de la nueva situación del partido, el ataque volvió a demostrar que no se relaja en ningún momento. Sobre todo nuestro quarterback, Bonati #18, que protagonizó una jugada increíble, recuperando su propio fumble en mitad de un scramble y completando un pase medido milimétricamente para que Adrián #9 completara dentro de la end zone y subiera otro touchdown al marcador.

Y fue al llegar al último cuarto, cuando los cielos no aguantaron y empezaron a descargar sobre el campo. Aunque ya se vislumbró en el tercer cuarto, es en esta última parte donde quedaron evidentes las debilidades del equipo, cuando se presenta un partido largo e intenso y son los rookies y los menos habituales los que tienen que asumir las responsabilidades. A pesar del cansancio acumulado quedaron momentos para el recuerdo como el primer touchdown de Julen #27, que tras una magnífica labor como fullback durante toda el jornada, acabó penetrando en la end zone con el balón en sus manos y rematar el partido con un 6 – 45 de resultado final.

El encuentro deja una mezcla de sensaciones en todos los aspectos: por un lado ya se empieza a notar el trabajo realizado durante los entrenamientos aunque no se pueda decir que el resultado sea redondo ya que siempre se puede pedir más y sabéis que no nos gusta conformarnos nunca.

Con la I Ciudad de Oviedo Bowl bajo el brazo ante un rival que peleó hasta el último momento nos fuimos a comer un buen cachopo y a beber sidrina con Madbulls que, si siguen en su línea de trabajo y constancia, no tardarán en convertir su esfuerzo en victorias. Volvimos pues, a casa (algunos antes que otros que se quedaron disfrutando de Vetusta una noche más) con la satisfacción del deber bien cumplido y con las ganas y las energías de mejorar.

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