Un destino llamado Football

El jugador
Crónicas Jabatas

Todavía recuerdo el partido que me introdujo a este deporte. Superbowl XLIV (2009) victoria de los Saints ante los Colts.

Desde el principio me entró por los ojos la que probablemente es la posición más vistosa de este deporte. Quizás aún no lo sabía, pero una llama de fuego empezó a encenderse. Cogí un balón viejo que tenía abandonado en el garaje de mi casa (todavía hoy soy incapaz de explicarme cómo llegó ese balón de football americano a mi casa, serían cosas del destino). Recuerdo llamar al que todavía hoy sigue siendo mi gran compañero (y siempre amigo) de viaje en este deporte, en este sueño: “¿Nos echamos unos pases?”. Así empezó todo.

Campo de tierra y a lanzar el balón. Jamás podría haber imaginado que esos días serían el principio de todo el trabajo que todavía hoy sigo realizando. Pasarían un par de años hasta que mi Don Quijote y yo dimos el paso y decidimos entrar en un equipo de la capital. Por entonces, aquello que en su día me entró por los ojos había llegado ya a mi corazón, se había convertido en un sueño. Porque los sueños no siempre están envueltos de dinero, fama o grandes cosas, un simple instante de eterna felicidad es el anhelo más grande que una persona pueda soñar.

Tras la llegada a mi primer equipo topé con una cruda realidad. No podría cumplir mi sueño, no en un corto plazo al menos. Pero entonces empecé a descubrir que el football americano no era una posición, sino un deporte. Gracias a ello quedé atrapado por este maravilloso deporte, formándome, aprendiendo y sobre todo disfrutando y divirtiéndome en el viaje hacia mi mayor deseo. Siempre estaré orgulloso de poder decir que empecé en football como línea de defensa.

Un día de Octubre de 2012, mientras yo mantenía una lucha interna por decidir si querría continuar mi viaje o no, me tocó la lotería. Club Jabatos de Football Americano apareció en mi vida, un grupo de 7 chicos con unas ganas increíbles de aprender, crecer, jugar y llevar a este equipo a lo que somos hoy. Fueron meses difíciles hasta que empezamos a crecer, aprendiendo todo lo básico del deporte. Aprendiendo la técnica y táctica de cada posición, aprendiendo a golpear, a ser golpeados, a ser disciplinados, humildes, trabajadores, soñadores...

Tres años después, todavía hoy antes de cada “snap”, siento un pedacito de aquella única e inmensurable sensación de emoción, nerviosismo y alegría que sentí en uno de los días más felices de mi vida, cuándo mi coach, Carlos Vallespín, me entregó el balón en la mano y me dijo: “Hoy vas a probar de Quarterback”.

Sergio Bonati
Quarterback
Siempre estaré orgulloso de poder decir que empecé en football como línea de defensa

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