Medio equipo al sorteo contra Osos Rivas Jr

Tarde fresquita, llovizna puñetera y segundo encuentro de la cantera Jabata, ni más ni menos que contra la escuela de Osos. Envidia sana de la cantidad de chavales que nutren las aulas del colegio más laureado de la capital. Iba a ser un partido difícil, con un claro favorito y las previsiones no fallaron.

Ahí iban los 4 capitanes al sorteo, pocos para la mitad de los que fueron pero muchos para ser un tercio. 11 jabatos en tierras extrañas y en frente unas 2 docenas de oseznos que no iban a vender barata su propiedad. Aparte de lo obvio en cuanto a la distancia que separa ambas formaciones en cuanto a experiencia, la excasa jauría jabata se notó, hay que cazar más jabatos para la causa para prolongar la guerra que dieron los jóvenes facóqueros en la primera mitad.

El partido empezaba de la mejor de las maneras… para osos. Casi anotación en el retorno de la patada inicial que se trasformó con brevedad con el primer drive de ataque de los locales. Tras el golpe el ataque jabato no terminaba de arrancar y osos forzó hasta el límite del safety. 8 para los de Rivas y posesión. Y así podríamos relatar el festival de puntos, hasta 50, que endosaron los oseznos de Rivas a los imberbes jóvenes jabatos. Todo bastante previsible, pero ese marcador no refleja lo vivido en el campo y las dos claras mitades que hubo.

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En la primera, Osos hacia su juego sin grandes complicaciones, pero los jabatillos no dejaban de impresionar. Más de un incrédulo del público, se asombraba al oir que esos chavales llevaban apenas aprendiendo desde primavera. Daban guerra a su ataque, avanzaban pero no tan cómodos, interceptaron por primera vez en su corta historia de 2 partidos jugados, llegaban bien a los placajes, forzaban imcompletos… el ataque no estuvo tan fino pero también movió cadenas.

Hasta que llegó la segunda mitad, y se juntaron el hambre y las ganas de comer. Si el peso de un marcador abultado en contra no era suficiente, el doblar continuamente les pasaba factura, ya no impresionaba su saber hacer para tanto inexperto, los errores cada vez eran más y los incrédulos ya no estaban ojipláticos, pero es que la falta de aliento no perdona. Todo, también, bastante previsible. Ojo, no es ninguna excusa, sino una realidad, y por supuesto no queremos desmerecer la gran actuación de todos y cada uno de los chavales de Rivas, no es ninguna culpa ser veintitantos, sino una dicha que celebrar, más ultimamente, viendo lo mucho que se ayuda al football base… como decía antes es envidia sana y sueños futuros de poder ir a los partidos con un roster similar o mayor si cabe.

Osos mostró contundencia y caballerosidad en un partido limpio que ya era suyo antes del pitido inicial. Enhorabuena a los justos vencedores. Los Jabatos, que lucharon hasta el final con las fuerzas que ya no tenían, no dejaron de pelear cada pulgada, hay que seguir trabajando en muchas cosas y en muchos errores, estamos al comienzo del camino, pero el club tenemos que buscar la forma de ampliar la piara y dejar de enviar a casi medio equipo al sorteo.

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